lunes, 6 de agosto de 2012

Capitulo 2.



Isabelle se removió nerviosa en su cama, mientras su mirada se clavaba en la chica. Después del ataque de aquel demonio, Dave, el chico que la haba salvado, cogió a Isabelle y a Pattie, la chica que se hallaba inconsciente en el callejón, y las había arrastrado hasta la puerta del Instituto, donde Jace haba llevado a su hija hasta la enfermera. Isabelle haba despertado horas después, tras sufrir un desmallo a causa del estrés. Al abrir los ojos se encontró con el hermano Zachariah examinando a Pattie. Según el Hermano Silencioso, la chica haba sufrido una picadura de aquel monstruo, por lo que no se sabía cuando iba a despertar, ni siquiera, si iba a hacerlo algún día. Isabelle contempló la expresión de suma tristeza cruzando el rostro de Dave mientras el Hermano Zachariah hablaba. Después de dirigirle una mirada sombra a Dave, Jace y el Hermano Silencioso abandonaron la enfermera dejando solos a Isabelle, Dave y Pattie.
Isabelle abrió la boca un par de veces con la intención de decir algo para consolar a Dave, pero ¿que se le dice a alguien que no sabe si volver a hablar con su hermana?
Al final fue Dave el que habló.
—Deberías descansar, te has dado un buen golpe en la cabeza.
—No, estoy bien.
—Bueno, tu eliges. Es tu salud —dijo con una sonrisa asomando por sus labios. Isabelle no se había fijado muy bien en el, pero tenía que reconocer que era realmente guapo. No era ese tipo de chicos con una belleza tan obvia, si no más bien una belleza contenida. Su pelo moreno claro, casi podría pasar por rubio oscuro, le caía sobre los ojos; unos ojos grandes y grises con largas pestañas. Si te fijabas bien, en sus mejillas parecían pequeñas pecas que le daban el aspecto de un niño grande. Levaba una sudadera la cual parecía unas tallas más grande de lo normal, y unos baqueros desgastados y rotos por las rodillas. Isabelle se preguntó donde narices guardaría aquel chico las armas.
—Oye...—Isabelle apartó la vista rápidamente en cuanto Dave comenzó a hablar—. He perdido el ultimo cuchillo serafín que me quedaba y...bueno, me preguntaba si podrías dejarme uno. No me gusta ir desarmado.
—¿Que? Oh, por supuesto, iremos a la sala de armas. —Isabelle se incorporó de la cama y al sacar las piernas de la cama se percató de que estaba en ropa interior. Dave enrojeció notablemente y salió de la estancia dando grandes zancadas y susurrando algo que sonaba a una disculpa.
Isabelle se levantó y quitó la sabana de la cama, con la que se cubrió el cuerpo. Después fue hacia su habitación, y después de darse una ducha y vestirse, partió en busca de Dave.




Después de dar vueltas durante casi 15 minutos, Isabelle entró en la biblioteca con la esperanza de encontrar a Dave. Pero en lugar del muchacho, se encontró con una cara conocida, la cual se sorprendía mucho de ver.
¡Tío Magnus! —Isabelle se lanzó a los brazos del brujo. — ¿Que haces aquí? ¿Alec también ha venido?
Me ha llamado tu padre. Me ha dicho que han traído una chica con una fuerte picadura venenosa de algún tipo de demonio, y ha pensado que podría intentar curarla. Y dado que hace tanto tiempo que tu tío y yo no pasábamos por aquí, hemos decidido venir a haceros una visita, y ayudar en lo que podamos.
Pero tío Magnus, tu ya no eres...
No, pero sigo teniendo contactos pastelito.
Tengo que ir a buscar a...un amigo.
­—¿Ese chico tan mono que acaba de estar aquí hace un rato?
¿Sabes donde ha ido?
Me preguntó donde estaba la sala de armas, así que prueba a buscarle allí.
Muchas gracias.
Isabelle salió apresuradamente de la habitación y se dirigió a la sala de armas, donde por fin, encontró a Dave, el cual, se volvió a sonrojar levemente al verla.
Te estaba buscando...¿Donde te habías metido?
El chico vaciló antes de responder.
Estaba buscando la sala de armas, por lo del cuchillo serafín, ya sabes.
Ah, claro.
Ambos se sumieron en un profundo silencio mientras Dave recogía uno de los cuchillos serafines y le daba el nombre de un ángel.
Oye... Isabelle titubeó ¿Te puedo hacer una pregunta?
—Claro.
—¿Como sabías donde estábamos? Es decir, cuando bajé a socorrer a Pattie miré por los alrededores para comprobar si había alguien, pero no había nadie en varias calles cercanas.
—Bueno, supongo que tuve suerte — dijo Dave con los ojos entreabiertos— . Me voy a la enfermería. Quiero estar allí por si Pattie despierta.
Y se marchó.



Después de cenar, Isabelle había pasado por la enfermería para llevarle algo de comer a Dave, ya que este se negaba totalmente a dejar sola a su hermana. Isabelle le miraba con tristeza, y la idea de que aquella chica nunca despertaría paso fugazmente por su cabeza, aunque desechó totalmente esa idea.
Ahora se encontraba en su habitación, tumbada sobre la cama. La tenue luz de la luna que se filtraba por la ventana le iluminaba el rostro. Se sentía totalmente incapaz de dormir, debido a todos los acontecimientos de aquel día. Pero lo que en realidad no le dejaba dormir era un extraño pensamiento que no hacía más que rondar sus pensamientos: Que era Dave quien había planeado el ataque. Y que ella era el objetivo.

3 comentarios:

  1. Woooo! Él el atacantee???? :O Pero entonces su hermana sería la compinche?? :S
    Quierooo el tercer caap YA!! *__*

    ResponderEliminar
  2. Mm! Vaya final nos dejaste D: Quiero leer Naza *¬*
    Publica pronto, okey?:D
    <3

    ResponderEliminar
  3. Tranquilas señoras, estoy en ello jaja <3

    ResponderEliminar